Portugal ya está capturando electricidad en el mar. El invento se llama Pelamis, cuesta 70 millones de euros, y funciona. La escasa capacidad de aprovechamiento eólico del país y el lento desarrollo de otras energías alternativas ha llevado al Gobierno a apostar por la especialización en la energía maremotriz.
Aprovechando las olas del mar y una tecnología de vanguardia que sólo ha sido probada en Escocia, Australia e Italia, la principal energética lusitana lleva invertidos casi 15 millones de euros desde el año 2003, y le quedan por gastar otros 60 hasta el 2012, para llegar a extraer del mar 25 megavatios anuales de energía. Serán suficientes para abastecer de luz durante un año a una población de 20.000 familias.
La empresa Enersis financia en Aguçadoura, a seis kilómetros al norte de Póvoa de Varzim, la primera central energética del mundo que utiliza el oleaje como fuente. El proyecto ha necesitado casi diez años de investigación y cuatro más para llevarlo a la práctica. Pero ya es una realidad. La sociedad escocesa Ocean Power Delivery, que adaptó la tecnología Pelamis, instaló a finales del pasado año los ocho primeros dispositivos, que recogen la energía de las olas a más de siete kilómetros de la costa. Se trata de enormes tubos de 142 metros de largo y 3,5 de diámetro que aprovechan el movimiento del oleaje para capturar energía. Un cable submarino la traslada después a tierra firme, donde se integra en la red eléctrica nacional.
El director del proyecto, el ingeniero de Enersis Rui Barros, lo presentó esta semana en Bilbao durante la II Jornada Internacional sobre Energía Marina. Allí confirmó que, según estimaciones de la secretaria de Estado de Industria e Innovación de Portugal, la producción de energía a partir de las olas oceánicas puede adquirir en los próximos 40 años un valor cercano al 30% del PIB luso, alrededor de 130.033 millones de euros.
Y eso no es todo. El director del centro portugués de Energía de las Olas, Antonio Sarmiento, cree que su país está en disposición de captar «un 10% del mercado mundial de esta tecnología, lo que significaría una cifra de negocio situada por encima de los 360 millones de euros».
Las dos fases
Por ahora, los ocho primeros cilindros Pelamis que ya flotan en la costa norte lusa descargan la energía de las olas en la central de Aguçadoura y generan luz para casi 3.000 familias.
La primera fase del montaje de estructuras se hizo en los astilleros de Peniche, 120 kilómetros al norte de Lisboa. En la actualidad, se trabaja en una segunda fase, hasta completar los 28 dispositivos que se repartirán en el área marina aprobada por el Gobierno. Será entonces cuando la central funcione a pleno rendimiento. Entonces será capaz de abastecer a 20.000 viviendas.
Vía La Voz de Galicia.
Aprovechando las olas del mar y una tecnología de vanguardia que sólo ha sido probada en Escocia, Australia e Italia, la principal energética lusitana lleva invertidos casi 15 millones de euros desde el año 2003, y le quedan por gastar otros 60 hasta el 2012, para llegar a extraer del mar 25 megavatios anuales de energía. Serán suficientes para abastecer de luz durante un año a una población de 20.000 familias.
La empresa Enersis financia en Aguçadoura, a seis kilómetros al norte de Póvoa de Varzim, la primera central energética del mundo que utiliza el oleaje como fuente. El proyecto ha necesitado casi diez años de investigación y cuatro más para llevarlo a la práctica. Pero ya es una realidad. La sociedad escocesa Ocean Power Delivery, que adaptó la tecnología Pelamis, instaló a finales del pasado año los ocho primeros dispositivos, que recogen la energía de las olas a más de siete kilómetros de la costa. Se trata de enormes tubos de 142 metros de largo y 3,5 de diámetro que aprovechan el movimiento del oleaje para capturar energía. Un cable submarino la traslada después a tierra firme, donde se integra en la red eléctrica nacional.
El director del proyecto, el ingeniero de Enersis Rui Barros, lo presentó esta semana en Bilbao durante la II Jornada Internacional sobre Energía Marina. Allí confirmó que, según estimaciones de la secretaria de Estado de Industria e Innovación de Portugal, la producción de energía a partir de las olas oceánicas puede adquirir en los próximos 40 años un valor cercano al 30% del PIB luso, alrededor de 130.033 millones de euros.
Y eso no es todo. El director del centro portugués de Energía de las Olas, Antonio Sarmiento, cree que su país está en disposición de captar «un 10% del mercado mundial de esta tecnología, lo que significaría una cifra de negocio situada por encima de los 360 millones de euros».
Las dos fases
Por ahora, los ocho primeros cilindros Pelamis que ya flotan en la costa norte lusa descargan la energía de las olas en la central de Aguçadoura y generan luz para casi 3.000 familias.
La primera fase del montaje de estructuras se hizo en los astilleros de Peniche, 120 kilómetros al norte de Lisboa. En la actualidad, se trabaja en una segunda fase, hasta completar los 28 dispositivos que se repartirán en el área marina aprobada por el Gobierno. Será entonces cuando la central funcione a pleno rendimiento. Entonces será capaz de abastecer a 20.000 viviendas.
Vía La Voz de Galicia.
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