Revista
Urbano, Nº 42 (2020) 112-123
La vitivinicultura es parte del paisaje chileno: en tres valles perviven formas socioecológicas tradicionales de vitivinicultura,
cuyas prácticas representan formas hacer y saber que cuestionan y negocian con los procesos de la gran industria. En el
presente artículo se expone el trabajo realizado con cinco organizaciones en los valles de Marga-Marga, Lontué e Itata, a través
de entrevistas y cartografía social, con el fin de relevar los conflictos socioterritoriales, las prácticas productivas y económicas
de los pequeños productores y sus estrategias de inserción de mercado. En definitiva, la sostenibilidad de estas experiencias se
juega en recuperar el gusto por un vino local, de sabores diversos, arraigados en las condiciones de los territorios.
Palabras clave: vitivinicultura campesina, Chile, paisaje, terroir, socioecología.